domingo, 25 de enero de 2009

A un amigo

La realidad nos llega necesariamente a través de intermediarios.
No tenemos el don de la ubicuidad.

La encuentran, profundizan en ella, la procesan y nos la muestran muy resumida, como sorbo concentrado.

En esta elaboración introducen su opinión inconscientemente, cuando no intencionadamente.
Este sesgo se puede hacer patente de forma descarada o sutilmente .
Ésta última es más eficaz con los lectores menos formados.

Dar o no la noticia,
en primera plana o no,
a una, dos, ..cuantro columnas,
en la página izquierda o derecha,
con apoyo gráfico o no, ...

Siempre se nos da "cocinada", aún por el que cree no estar haciéndolo.


¿ Acaso existe la absoluta objetividad ?
Es más...¿es ésta deseable ?

La mayoría necesita la noticia más su interpretación, y es ésta última la que le lleva a buscarla en éste o aquél medio.
Quiere leer u oir lo que le agrada.
La quiere masticada según sus gustos "culinarios".

Pocos hacen un "estudio comparado" de la misma.
No hay tiempo.
Mañana ya será pasado.


Versaba el poeta:

"Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido,
partido hasta mancharse."

¿Es aplicable en este caso?



Película que os recomiendo.
Year of Living Dangerously
http://es.youtube.com/watch?v=j2k9d0c4sAM&feature=related
Yo, me quedo con el indígena.





3 comentarios:

  1. Bueno, como bien dices, cada uno interpreta las noticias según queremos verlas. Tal vez porque nos las dan masticadas y hasta digeridas, tal vez porque no nos molestamos en contrastarlas...

    En fin, no se sí es esto lo que tratabas de decir, tal vez no entendí bien tu entrada (o no la he sabido interpretar....)

    Un abrazo.

    Pd.: Me apuntaré la película, pero ya te digo que yo me quedo con Mel Gibson,jejeje

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  2. Las noticias como bien dices siempre tienen un punto de sesgo, o de perspectiva -como queramos-. Cualquier elemento ahonda en esto, cualquier dato destacado representa esa perspectiva tan necesaria pero tan peligrosa a su vez. Para evitar esa peligrosidad habría que indicar esos elementos de interpretación e invitar al lector que lea o vea algo más aparte de su medio favorito.

    La objetivad, como bien dices, no existe. Hablamos de una panacea, algo idílico que incluso no sería conveniente ya que quitaría el calor humano de una noticia. Eso sí, la honestidad sí que tiene que estar presente. Cuando falte esta, estamos perdidos.

    Chapó Miguel.

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  3. Por falta de formación, por falta de tiempo, por falta de interés, dedicación, siempre por alguna falta, el caso es que siempre buscamos lo que se identifique con nuestro ideario. Ocasionalmente quizá buceemos en otras aguas, para confirmar que no nos gustan, para volver a lo nuestro, unos el "san paramí aunque los santos no coman" otros intentando ver más allá de su propio estómago y bolsillo.
    Si no te disgusta te lo copio -el artículo- y publicaré en mi blog en fecha cercana. Saludos. PAQUITA

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