viernes, 28 de agosto de 2009

Receta casera de "La Felicidad"


Ingredientes para ser feliz



*tomarse la vida "en broma".
Nada importa tanto como creemos.
¿Cuántas veces te has reído de antiguos malos ratos?
"Nunca pasa nada. Y si pasa,¿qué importa? Y si importa,¿qué pasa?"

*reirnos de nosotros, de nuestro trabajo, de nuestro físico, de nuestra suerte,...
No creerse el ombligo de nada.No creerse "alguién". Sólo el que es, no se lo cree.

*perder el miedo a enfermar, a morir, a arruinarse, a quedarse solo,..."Si tiene remedio, para qué preocuparse. Si no lo tiene, por qué preocuparse".

*pensar en los demás , más que en nosotros. No es altruísmo, es egoísmo. Recuerda, "lo que no das, lo pierdes".

*no creerse acreedor de nada, ni de halagos, respetos, amores, ...El mediocre cree merecerlo, y encuentra en ello satisfacción.

*considerar cada nimiedad un tesoro. Considerar lo importante una nimiedad.


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Me respondía un amigo a mi pregunta sobre qué era para él la felicidad:

-"No lo sé, pero tiene algo que ver con el conformismo"

No pudo estar más acertado.
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¿Le das tu toque personal con algún otro ingrediente?


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jueves, 20 de agosto de 2009

Indemnización a las víctimas del terrorismo

A colación de la discusión sobre el por qué de las diferentes cantidades percibidas por las víctimas del terrorismo.


¿Deben ser éstas indemnizadas?

-¿Por ser el Estado responsable civil subsidario? ¿Por su incapacidad para haber evitado el que se convirtieran en víctimas?
También lo sería de cualquier delito común, y nunca se indemniza.

-¿Por solidaridad simplemente?
Existen muchísimas personas merecedoras también de tal ayuda.
Todos aquellos a los que por ser víctimas de un delito, de una enfermedad, de un accidente,... sufren una vida difícil.
Incluyo a los familiares.

-¿Atendiendo a otra causa que se me escapa?


Nunca entendí esta indemnización.

Explícamelo.


sábado, 8 de agosto de 2009

El confesionario "adivanado"




No sé qué tiene ésto,
que cada vez que inicio una entrada me da por desnudarme un poco.

Será que no se llevan los confesionarios?
Será que los psiquiatras son caros?
Será que no tengo suficientes amigos de verdad?
Será que soy algo exhibicionista? jeje

El caso es que me planto sobre el teclado,
y como de un diván psiquiátrico se tratase,
vomito una parte de mí.
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Es como escribir un diario,
aquél que nunca leerá nadie,
pero que se escribe pensando que será leído alguna vez.

Tiene algo de pintada reivindicativa.
Lo escribo a horas infames,
y pienso que aunque no dejen comentario,
lo leen muchos navegantes de la red.

Sí, iluso también soy, jeje.

Vómito de hoy:
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Veo cuál será mi final.
En qué me estoy convirtiendo.
Y no me gusta, más bien lo detesto.
Pero voy irremediablemente hacia ese estado.
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Cambiar ese destino implica un esfuerzo del que me considero incapaz.
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Objetivo: ser capaz.
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Ayúdame.
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sábado, 1 de agosto de 2009

Nos queda la palabra


"Nos queda la palabra"


¡ Pues utilicémosla !


Organización criminal, férreamente jerarquizada, de enseñas y ritos, sectaria, con adeptos adocenados, en sociedad acojonada que hace que no ve, con espías, asesinos, recaudadores, instructores, propagadores de dogmas,...que con impunidad ganan la calle, campan a sus anchas, matones de barrio que humillan, abuchean, destrozan, se mofan, se chulean, cuyos presos, apartados de los tan comunes como ellos, amedrentan a los funcionarios, que para sus bastardos fines, probablemente el más importante el de su propia supervivencia, no repara en medios tales como asesinar, extorsionar, robar, someter, secuestrar, imponer, adoctrinar, vigilar, amenazar, intimidar, ..., con infiltrados y contactos en la estructura estatal, con apoyos mediáticos, políticos y financieros, es una mafia.


Demos la batalla dialéctica.
Hablemos de mafia, de mafia con el adjetivo que sea, huyendo de los que la hacen "comprensible".
La mafia del norte, norteña, o española, por ejemplo.


Utilicemos nuestra arma.
La palabra.

Enseñémosla desde la familia, las escuelas, colegios, universidades, prensa, radio, televisión, internet, en la disco, en la terracita, ...
Y por ende, de asesinato y no de atentado, de extorsión y no de impuesto revolucionario, de mafioso y no de terrorista, de capos y no de dirigentes, ...

Ganemos espacio a la moral.

A los que el miedo puede, nuestra ayuda.
A los que, sin mancharse, medran a su sombra, nuestro "porque no eres ni frío ni caliente, te aborrezco de mi boca".



Sólo una educación moralmente sana acabará, tras lustros, con la mafia.



Para sus víctimas, directas e indirectas, para los que, presos del miedo, andan por catacumbas, para los que nos estremecemos, esta embriagadora composición, tan tergiversada y prostituída. Recuperémosla también.



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