sábado, 13 de septiembre de 2008

"Mi infancia son recuerdos..."



"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
de un huerto claro
donde madura el limonero"
escribía Machado, Antonio.

La mía fue plenamente feliz.

Con el final del curso, empezaba el verano, que se me antojaba eterno.

Yo no "tengo" pueblo, pero pronto "adopté" aquel de la sierra, donde llegamos a pasar tantos veranos.

Una familia numerosa, acogedora, de puertas abiertas, siempre con extras de tíos, primos, amigos que invitados o autoinvitados pasaban semanas en casa.
Mis padres lograban ese ambiente que atrae.

Enseguida formamos una pandilla de capitalinos, que nos encontrábamos en su salsa en el paraje rural.
Amigos hasta la muerte y peleas frecuentes.

En bici todo el día. Caídas. Heridas. Arreglos.
Al frontón, al tenis, a la piscina, a la plaza, a pueblos cercanos, ...
Bajar al río, bañarnos, recorrerlo aguas arriba por su cauce, tirar piedras, tumbarnos bocarriba a su vera, masticando la raiz de cualquier hierbajo.
Subir a la montaña, a la cruz que la coronaba bajo el calor infernal del estío al son de chicharras. Arañazos de matorrales. Picor de ortigas.
Acampadas. Bromas a los novatos.

Trepar por los árboles, el vértigo al bajarlos.
Cazar renacuajos, sapos, culebras, mantis, ...adoptar perros, gatos, algun erizo, pato, conejo. Tener hamsters, pollitos que no engordaban por huir de nuestras travesuras.
Subir al prohibido tejado desde el desván, siempre misterioso.
Saltar tapias, comer aqui manzanas, allí peras, o frambuesas, o ciruelas, ...
¡qué verdes e inmaduras estaban y cómo recuerdo con placer su sabor!
Diarreas.

Ir a por leche temprano y ver ordeñar y llevártela calentita., a por pan y verlo hornear, todo sudoroso en camiseta el orondo panadero.
Volver a casa rodando la hogaza por la calle.
Los festivos churros, y la basta bollería del lugar.

Organizar nuestras olimpiadas, con medallas de cartón pintadas y nuestros himnos.
Todo el día fuera de casa.

Y en ella, un hogar acojedor con una madre madraza y un padre que nos organizaba juegos, excursiones, viajes.
Un hogar vivo, alegre, lleno de gente, sin llave, cálido refugio cuando lo buscabas.
Un lugar seguro.

Ir a misa, hacer de monaguillo vestido, tocar las campanas con la cuerda, subir al campanario y coger huevos de los nidos.
Reirnos de las beatonas, de sus cantos, dormirnos con la monótona e incomprensible homilía del párroco. Guiños, risas.
Mujeres y hombres viejos, de negro. Nos hablaban y a nosotros, o nos daban miedo o nos reíamos.

Las brutales tormentas de septiembre.
El pavor y a la vez regustillo con los relámpagos y truenos, oyendo llover, por la noche, acurrucado.
El olor a la tierra mojada.
De nuevo con jersey.
Las moras del final del verano.

Volver al férreo colegio religioso con mil y una aventuras.
No ver a los amigos del verano hasta el año siguiente.
Y al hacerlo, era como si hubiésemos estado juntos ayer.


Mi infancia son recuerdo como éstos.

¿Qué sensaciones tienes de la tuya?



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12 comentarios:

  1. la infancia
    una etapa en nuestras vidas que siempre anhelamos, sera por la inocencia y el espíritu aventurero

    te saluda una galáctica

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  2. Exacto, inocencia, todo por descubrir, sé es "todo proyecto". Qué felicidad ! verdad?
    Gracias.Saludos.

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  3. Qué envidia me das dentro de mirarla siempre desde el prisma
    de lo que nuestro corazón quiere decir envidia sanaaaaa

    Eso que tengas varios hermanos con quien pelearte contarte tus
    penas y alegrías es un una gran riqueza humana y social
    qué los que hemos sido hijos únicos no hemos podido disfrutar,
    Enhora buena que todo eso no lo puedas con nostalgia y felicidad
    contar

    La mía al ser un poco más antigua tiene distintos matices pues mi
    infancia se desarrollo en Madrid, donde ya era una aventura ir a la
    ciudad lineal de picnic todo el día
    O irte a peña grande acercándote al Manzanares y bañarte todo el día
    También las riadas que los amigos y los padres de los amigos hacían
    al Alberche

    Dices ver ordeñar ,yo en pesquera un verano estaba al lado de una
    intima que tenia vaquería, y su hijo estaba en Madrid por lo que intimamos
    mucho ,pues bien por las noches me llamaba cuando tenia los cubos
    llenos de leche ,ni corto ni perezoso cogia un cubo apartaba las pajas
    elevándolo me inflaba de leche recién ordeñada, mi amiga me decía te
    vas a morir,yo le decía esto es una vida real de la que en pocas ocasiones
    se podrá disfrutar, gracias

    un saludo de Rasputín y otro de José qué mi npmbre es

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  4. Siempre se dice que "la infancia es la patria de toda persona".

    Sin duda me parece una de las frases más acertadas que he oído.

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  5. Mi infancia tiene todo tipo de reucerdos desde muy dichosos ,hasta muy crudos,me quedo los dichosos,al leerte he recordado la casa de mi tío en las montañas de Catamarca una provincia vecina a la mía,solía levantarme a las cinco de la mañana y subir un monte para ordeñar las cabras,esa leche tibia ordeñada por mi tenía un especial,aun puedo recordar su aroma,los veranos que pase´allí fueron espectaculares,sabes mi tío tenía mucha tierra asi que en su monte había un río,un arroyo y una pequeña laguna,me gustaba el río pero para llegar a el debías caminar mucho,valía la pena imagina un río para uno solo,con grandes rocas desde donde lanzarte genial ,gracias por el recuerdo que me haz traido con tu relato,un abrazo y buen finde!!!

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  6. Echale la culpa a mi blog, cegatón jaja...eso ya es la edad miguelinho, es la edad :)...bonita entrada, oie yo nunca he masticado raices, alla suelen hacerlo? aca no jaja...bueno mi infancia ( que fué hace poquiito jeje)fue muy divertida nos reuniamos todos los primos en la casa de mi abuela y le haciamos escandalo en el jardin, jugabamos a las escondidas, la lleva, matagente, a las series de moda (power rangers,pokemón, etc), en las vacaciones era la misma cosa pero ya en la playa, haciamos castillos de arena, nos metiamos al mar, saliamos medio ahogados, nos golpeabamos en las peñas, nos corriamos de las malaguas (medusas para ustedes), y a punta de ceviche todos los días ...mmm ke rico, también ibamos al campo pero a mi la verdad no me gusta, osea aguanto un dia y medio...exacto,después me pongo mal jaja, eso si, me gusta el olor de la tierra mojada, tambien nos gustaba tocar los timbres de las casas e irnos corriendo jajaja lo maaximo algunos amigos se caian y no habia vuelta atras los demas seguiamos, ya ps si lo agarraba la vieja renegona de la casa escogida, mala suerte jaja en fin a esa edad los chicos solemos ser felices, lo duro ya viene cuando estamos creciendo la adolescencia, los papás, los amores, LA VIDA...ya estoy hablando como viejo, que feo jaja, oie que mate de risa eso de las ciruelas y la diarrea jajaja ke wena...bueeeno ya me kito porque tengo sueñito..te cuidas y un abrazo ...inho :)

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  7. Mi infancia de veranos largos y eternos, donde el tiempo transcurría al ritmo de la infancia, lento y duradero, disfrutando de cada momento, llenándolo de silencios, me gustaba y me gusta la soledad, soy solitaria por naturaleza, huyo de las aglomeraciones.

    Los míos transcurrían en el Pirineo, en casa de unos tíos, mis padres parece que nunca tuvieron tiempo ni ganas de veraneos (cosas de la vida) pero son gratos esos recuerdos, llenos de imágenes inocentes, descubrimientos adolescentes y vida, mucha vida que aun ahora me gusta recordar.

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  8. Mi infancia se parece algo a la tuya. Yo le añado partidos a fútbol chapas, carreras de coches en un carro abandonado, construcción de casetas a base de palets... El río y pescar madrillas a mano o coger la bicicleta e irme a un pueblo a 11 km de distancia para estar en las pozas naturales de aguas termales.

    ¡Cómo hemos cambiado! Me ha gustado mucho el post.

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  9. Hola Miguel¡
    Ya ves que esto no es mio,pero me lo quedo.Mi niñez era en un pueblo donde aun no había nada mas que pescadores y "payeses"(labriegos),
    Lo cierto es que si eramos cuatro amigos,dos de Barcelona Y dos de aquel pueblo.

    [Y en julio, en Girona, tenía un pueblecillo,
    una acequia, un establo y unas ruinas al sol.
    Al viento los ombligos,
    volaban cuatro amigos,
    picados de viruela
    y huérfanos de escuela,
    robando uva y maíz,
    chupando caña y regaliz.
    Creo que entonces yo era feliz.]

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  10. Rasjosé:
    En Ciudad Lineal tenían y aun existe una casa-chalet de vacaciones de una tia abuela.
    Beber recién ordeñada, jaja, a tanto no he llegado.
    Pareces Pedro, el de Heidi !!!
    Sí, somos muchos hermanos. :-)

    Adamantio:
    Muy buena frase.
    La infancia se nos graba a fuego.
    Para bien o para mal.

    Hada:
    ¡Qué chulo!
    Esos recuerdos de la montaña, las cabras, el río,...¡ qué fría debía estar el agua ! jajaja
    ¿De verdad el avance social nos hace necesariamente más felices?

    Cap_d:
    ¿Cegato? Tu te vas a enterar ! :-)
    Tú no puedes hacer un comentario, que aun estás en la infancia !!! jajaja
    ¿Qué es el ceviche?
    Oye, de timbres y felpudos también sé un rato, jeje.
    Yo corría mucho. Nunca me pillaron, jajaja

    Fugaz:
    Describes perfectamente la "eternidad " de los veranos de la infancia.
    La soledad buscada es buena.
    ¡ Y en el pirineo ! ¡ Qué chulo tío !

    Duende:
    ¿Fútbol chapas?
    Si teníamos equipos , selecciones, himnos, reglamento, árbitro, liga, copa, trofeos veraniegos, de todo ! jajaja
    En bici muchos kilómetros también, pero de termales nada. Agua de río de sierra. Helada !!! :-)
    ¿ Qué son madrillas y palets ?
    Como tú dices y canta Presuntos implicados, jeje.

    Josep:
    Lo que te gusta Joan Manuel !!!
    Feliz del todo, seguro.
    Cuatro pillos en un pueblo y con puerto !!!
    Ya puedo imaginármelo. :-)


    Un abrazo a todos

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  11. Miguel, no pasa nada, pero soy chica... fugaz, pero chica.

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  12. Vaya Fugaz !
    Que corte !
    Sorry.

    Pero en el fondo da igual el sexo.
    En el mundo del blog lo que importa son las ideas.

    Perdón de nuevo.
    Un beso.

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