jueves, 3 de septiembre de 2009

Crónica de la gestión de una crisis anunciada.

Ante:
-la caída del PIB sin precedentes.
-la caída en picado del consumo interno.
-el cierre de pequeñas empresas (autónomos) y EREs de medianas y grandes.
-el enorme endeudamiento estatal.
-la preocupante disminución de las afiliaciones a la Seguridad Social, con disminución rápida de su superávit.
-el abultado incremento del paro.
-la escasa competitividad, con deslocalización industrial.
-unos sindicatos subvencionados con abultadísima nómina de liberados.
-el desbordamiento de las organizaciones de ayuda a los más necesitados.
-una crisis previsible ya en verano del 2007.


La actitud gubernamental se dirige únicamente
a mantener el electorado a corto plazo mediante:

-Plan E: desembolso brutal de recursos estatales para obras menores, de escasa importancia, tendentes sólo a disminuir a cortísimo plazo la cifra del paro.
-subsidiación a parados sin prestación, excluyendo a los más necesitados (los primeros que se quedaron sin prestación alguna), que para cobrarla habrán de realizar cursos de formación cobrados por los sindicatos, y dejarán de ser contabilizados en las cifras del paro.
-ingente gasto público en ayuda de bancos-cajas y constructoras-inmobiliarias que gestionaron mal su futuro.
-aumento de la presión fiscal para remediar el gasto público, haciendo creer que gravarán más a los ricos (los que por medio de simcavs no verán alterada la fiscalidad de sus plusvalías, y sí el ahorrador de clase media, media-baja)
-y muchas cortinas de humo que distraigan de la crisis a los electores (memoria histórica, aborto, píldora del día después, alianza de civilizaciones, ley antitabaco, corrupciones menores de la oposición,...)

Sin adoptar:

Medidadas incentivadoras de la inversión empresarial, familiar, internacional.
Medidas favorecedoras del ahorro.
Cambios estructurales de la economía.
Una contención del gasto público.


Ésto es muy poco pan para hoy, y enorme hambruna para el mañana.

La utilización del poder para mantenerse en él, por encima de las más básicas necesidades de los ciudadanos, es absolutamente inmoral.

Dicen que cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen.
En el caso español, creo que este aserto es cierto.
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2 comentarios:

  1. Sí, cierto, merecido y que nos f... un pez sarnoso con gripe Z. Saludos.

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  2. Nuestros políticos son un fiel reflejo de la sociedad entontecida en la que estamos sumergidos desde... o quizá no, quizás ellos son los de siempre -la mayoría de ellos- dignos descendientes de las familias que tuvieron, tienen y tendrán el poder en España.
    Mientras no sea una gran parte de la sociedad la que reclame tomas de decisiones a largo plazo, para el bien general... seguiremos con los engaños/parches ocasionales.
    Un abrazo ¡qué duro te me has puesto hoy!... que puede que fuera ayer. PAQUITA

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